miércoles, 12 de septiembre de 2007

Otra vez punteros

Boca le ganó 2 a 0 a Olimpo de Bahía Blanca, con goles marcados por Rodrigo Palacio y Martín Palermo, de penal, uno por tiempo. Sin lucir, pero mereciendo la victoria, los dirigidos por Miguel Russo son líderes del torneo Apertura junto a Independiente, que el martes por la noche superó a Huracán.

En un campo de juego de La Bombonera repleto de agua, algo que provocaba que fuera muy complicado jugar, salieron a la cancha Boca y Olimpo de Bahía, dos equipos con realidades y futuro totalmente diferente.

Pero pese a eso fueron los bahienses quienes estuvieron a punto de abrir el marcador, porque en el inicio lo tuvo Sebastián Dubarbier. De todos modos, fue sólo una ilusión óptica, porque a partir de ahí todo fue de Boca,

En ocho minutos los locales arrinconaron a Olimpo contra su arco, generando situaciones de gol hasta que Rodrigo Palacio, quien después de un largo pelotazo recibió una pelota dentro del área y no falló en el mano a mano con Navarro Montoya, para establecer el 1-0.

Los dirigidos por Miguel Russo no se quedaron con eso y fueron por más, algo que no consiguieron enseguida porque fallaron en la estocada final.

Y cómo Boca no aumentaba Olimpo se empezó a animar y de la mano de Angel "Matute" Morales comenzó a intentar atacar, pero le faltó profundidad, pese a que asustó a Mauricio Caranta con remates de larga distancia.

El conjunto local perdió mucho con la salida por lesión de Ever Banega, quien fue reemplazado por Sebastián Battaglia, entonces Leandro Gracián, en su primer partido como titular con la camiseta azul y amarilla, se quedó sin compañero de juego, pese a que Jesús Dátolo no tuvo una mala actuación, pero entró poco en juego.

En una cancha complicada por el estado del campo de juego y con la victoria parcial asegurada, Boca se fue sin hacerse dramas al descanso, pensando que en la parte final con alguna contra podría aumentar la ventaja para alcanzar a Independiente en la tabla de posiciones.

Pero en la parte final los locales no tuvieron juego ni decisión para ir a liquidar el partido, por eso, en los primeros minutos, con todas sus limitaciones a cuestas, fueron los dirigidos por Guillermo Rivarola los que tuvieron la iniciativa, aunque les faltó precisión e ideas como para aspirar a llegar al empate.

Entonces, el partido entró en una mediocridad general, sin emociones y todos lucharon, salvo cuando la pelota pasó por los pies de Gracián, quien pese a su intermitencia le alcanzó para, por ejemplo, servirle el gol a Dátolo (falló en el mano a mano con Navarro Montoya) o con un toque de primera despertar a la dormida tribuna xeneize.

Pese a que la diferencia, llegando a los 20 minutos del segundo tiempo, era la mínima, en ningún momento pareció peligrar la victoria del local, más allá de algunos intentos de los visitantes.

Todo fue muy monótono hasta los 30 minutos, cuando Matías Villavicencio recibió la segunda tarjeta amarilla y tuvo que irse de la cancha. A partir de ese momento Boca tomó la decisión de liquidar el partido, pero no pudieron superar a Navarro Montoya ni Palermo, ni Ibarra, ni Palacio ni el retornado Juan Krupoviesa, quienes tuvieron chances claras pero el “Mono” lo evitó.

Hasta que Sergio Pezzotta inventó un penal a favor de Boca, por una inexistente falta a Palacio, que Palermo cambió por gol, pese a que casi lo ataja Navarro Montoya, y estableció el 2-0 definitivo, para ser líder del Apertura junto a Independiente.